martes, 26 de abril de 2016

Araceli Otamendi



Dignidad



El eje que construye la ignorancia


¿es tu realidad? no la mía,


podría hablar y decir que la luna es azul

y que el amor es efímero y rosa, azul y verde, tal vez

blanco, no sé

prefiero hablar de la realidad

¿cuál? ¿cuál? oigo la pregunta, intuyo, pienso

tu realidad, mi realidad,

el eje que construye la ignorancia no puede ser mi realidad.

 


 



 
¿cómo llegué hasta ahí?

El viento puede mover

el cubo de cristal a su antojo

Lejano, el río,

subimos hacia la cumbre de la verdad

Es de día, hay mucha luz ahí arriba

No voy sola en el camino atípico

Hay palabras que acompañan

fuerza inaudita

este viaje veloz hacia lo alto

Buscaba una palabra: dignidad

(c) Araceli Otamendi

 

 
Araceli Otamendi nació en Quilmes, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Vive en la ciudad de Buenos Aires desde hace mucho tiempo. Se graduó en Análisis de Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional, profesión que ejerció durante varios años. Es escritora y periodista. En 1994 ganó el Premio Fundación El Libro -Edenor en el marco de la XX Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, por su novela policial Pájaros debajo de la piel y cerveza. En 2000 publicó su antología Imágenes de New York, una mirada hispanoamericana, presentada en el Centro Español Rey Juan Carlos I, New York University, en la ciudad de New York. También ha publicado la novela policial Extraños en la noche de Iemanjá, en e.book, en la editorial de la revista Aurora Boreal (Dinamarca).

Ha traducido al español cuentos y ensayos de varias escritoras brasileñas.

Cuentos, ensayos, poemas, crónicas y entrevistas han sido publicadas en diversos periódicos, revistas y sitios web. Fundó, dirige y edita desde el 2002 y en forma ininterrumpida las revistas digitales cultura Archivos del Sur y Barco de papel (infantil).

domingo, 10 de abril de 2016

Juan Ramón Ortiz Galeano

Juan Ramón Ortiz Galeano


Dioses dietéticos


mi niño muere en la playa partido por un rayo
y yo tengo un Dólar de plata atravesado en las piernas
con todo el ímpetu necesario para callarme;
tijeras, cremas, fragancias,
tabaco ya no son útiles,
nada alcanza porque nada resucita,
ni el encendedor dorado que arrojé contra la biblioteca
torciendo la tapa de su fuego ahora muerto,
caído entre revistas y dioses edulcorantes

enfoco mi vista hacia la costa nuevamente:
un enjambre de ángeles rubios, inverosímiles e imbéciles
arropa el alma de mi niño con prendas de moda
llevándolo entre mieles y almíbar
curan a mi niño
arropan a mi niño
abrazan a mi niño
elevan a mi niño montando un rayo

(c) Juan Ramón Ortiz Galeano
La Plata
Provincia de Buenos Aires
República Argentina



(De "Arrebatos del Epígrafo")

[El 9 de enero de 2014, por la tarde, un rayo cayó en Villa Gesell y produjo la muerte de cuatro jóvenes: Nicolás Ellena(19), de Junín; Agustín Irustía (17), de San Luis; Gabriel Rodríguez (20), de Henderson; Priscila Ochoa (16), de San Luis. Escuché la terrible noticia de manera incompleta por radio AM, en mi departamento de La Plata; percibí que un niño pudo morir en el accidente y escribí este poema en forma inmediata, guiado por un profundo sentimiento de injusticia, bronca e impotencia. Murieron cuatro niños, lo eran de sus padres. Todos lo somos. Un rayo nos trae, un rayo nos lleva: ¿acorde o contradictoria Divinidad?]




Juan Ramón Ortiz Galeano. Poeta y narrador argentino nacido en Buenos Aires (1975). Tiene estudios de Derecho (Universidad Nacional de La Plata). Obtuvo distinciones en numerosos concursos literarios y sus textos fueron incluidos en diversas antologías impresas, bitácoras literarias
y revistas culturales.

www.juanramonortizgaleano.blogspot.com // @OrtizGaleano





martes, 5 de abril de 2016

Aleqs Garrigóz




Aleqs Garrigóz


El Narciso




 
Es amarillo para ser atractivo para los dos sexos.

Su carne es dura donde debe; y blanda en el junquillo

elevado para alcanzar, dividir los cielos.

Piel que ha rociado la hermosura,

pólenes dorados esparcidos en todas direcciones,

pétalos que hieren la mirada:

todo él es una maravilla.


Madura con el proceso de la exquisitez:

es el poeta mismo, a mitad de las aguas remansadas,

meciéndose como un niño olvidado del mundo.

-O solo, por desapego, a la orilla.-

Y es, como el placer, imaginante,

un mundo autosuficiente

donde sólo puede caber uno.

Pero todo esto es, en realidad,

una infracción al orden del hombre,

porque, ¿qué sucede cuando así alcanza la perfección?

Se repliega y empieza a morir por amor,

adentro de sí, oscuramente deleitando su adiós

ante ojos horrorizados que condenan su extravío.

Flor majestuosa, sí,

pero también pestilente.




El dolor

El dolor es la sustancia constitucional del hombre.

Erigiendo, sosteniendo una irreparable estructura,

ocupa la hondura del pecho, la intimidad de la sangre,

la espesura del cerebro en la que finalmente explota y se reparte

hacia la totalidad del cuerpo.

Levanta los huesos con una pesadez de plomo,

late como una noche encerrada en el alma,

roe el corazón como una rata que nunca se sacia,

conduce la palabra con ese ritmo lento y grave

que nos recuerda lo que hay de nosotros en las tumbas.

Lo sentimos abrir sus manos y gobernar nuestra vida.

¡Cuántas veces nos susurró al oído

su paternidad, su secreto de lo orgánico!

Más aún: Es lo que de vacío tienen nuestras células,

el espacio intermedio entre los átomos

donde cabe la nada.

Y, por los siglos de los siglos

la razón de vivir de alguien como yo…

¡dado que no puede ser de otro modo!

(c) Aleqs Garrigóz
Puerto Vallarta
México

ALEQS GARRIGÓZ (Puerto Vallarta, México 1986). Empieza su carrera publicando Abyección (2003). Trabajos posteriores son: Luces blancas en la noche (2004), La promesa un poeta (2005), Páginas que caen (2008, 2013), La risa de los imbéciles (2013). Premio de Literatura Adalberto Navarro Sánchez 2005, otorgado por la Secretaria de Cultura de Jalisco. Premio de Literatura 2008 de la municipalidad de Guanajuato. Premio Espiral de Poesía 2011 y 2012, otorgados por la Universidad
de Guanajuato. Mención Honorífica en el V Concurso de Poesía María Luisa Moreno, organizado por el taller literario Coinspiración de Dolores, Gto.; así como tercer lugar nacional en su edición VI. Mención Especial del Jurado en el V Concurso Internacional de Poesía "El mundo lleva alas", organizado por la editorial estadounidense Voces de Hoy; en el I Concurso de Cuento y Poesía de la Universidad Marista; y en el I Concurso Internacional de Poesía "La palabra de mi voz" de Ediciones Entre Líneas. Ha publicado poemas en diversos medios impresos y electrónicos de varias ciudades de México, España e Hispanoamérica. Figura en algunas antologías literarias editadas en México.





Susana Szwarc

Susana Szwarc

 





Ir y venir

Viene el hombre que me trae la comida

(me gusta pedirla, me gusta abrir el papel

en que la envuelven y dejarla enfriar.

Es otra mujer la que cocina y dos hombres

la reparten por las casas).

Pero este sábado

él me pregunta: ¿qué hacés en tus clases?,

quiero leer poesía de ahora y no entiendo,

me dice.

Entonces lo hago pasar.

Busco los anteojos, busco el cenicero,

y abro a Juárroz primero

y abro a Gianuzzi después.

Me gusta abrirlos así, al azar, en alguna página,

ver cómo saltan las letras.

Café y manzanas leo, mientras la comida

que me trajo este hombre

se enfría más sobre la mesa.

Nos enredamos en esa música ajena

que se nos hace propia y los ojos

del hombre que me trae la comida

se llenan de lágrimas. Entiendo, me dice,

eso que no entiendo.

¿Y Borges? Pregunta, ¿creés que podré

con él? Le acerco un pañuelo

de papel y se seca las lágrimas.

Antes de irse él vuelve a preguntar: ¿entonces

me hicieron creer que no entiendo?

No entendemos

y ni falta que nos hace. Basta con llevar esas frases a la boca.

El hombre que me trae la comida se va.

Y yo saboreo lenta los trocitos.


del libro "El ojo de Celan" (Edit. Alción, 2014)




Declive

Por el ojo de la cerradura vemos


cómo de la palangana en el suelo: tiene agua. Ahora


no se ve. Hasta que levanta la mano


blanca, la misma con que la prisionera (jovencita


en Siberia) llevaba maderos hacia el barco.

¿Y las niñas? en la escuela


atrás de la vía.

Tiene un gillete y el ojo apoyado en la cerradura mira


su negra axila de abeja-madre. Arrasa. Algo se corre.


En el encuadre, un ojo mira al otro.


Si me estiro veo


la palangana (llena) de estrellas y abedules


también blancos: habría nevado.


(El hermano, sobre la nieve, corre


a la muchachita y ahora los ojos ya no ven.)

Atrás de la vía:


campanas.

Va a salir. Hay que correrse. Abre la puerta y desparrama


el agua (turbia) al gallinero. Nubes la alejan, hacen pasillos


hasta que tiende más ropa en puntas de pie. Los brazos en


alto. Abrocha.

 

¿Cómo hallar ahí dónde posarse?

 

del libro Bailen las estepas (Ediciones De la flor, 1999)

 
(c) Susana Szwarc
Ciudad Autónoma de Buenos Aires

 

Susana Szwarc nació en Quitilipi (Provincia del Chaco) y luego vivió un exilio interior, enviada a la Ciudad de Buenos Aires donde reside actualmente. Ha publicado en narrativa libros como El artista del sueño, La novela Trenzas que reedita para este año editorial Entropía. Una felicidad liviana, etc. En poesía En lo separado, Bailen las estepas, El ojo de Celan, entre otros. Su libro de poesía "Bárbara dice" ha sido traducido por Cristina Madero al francés (Editorial Abra Pampa 2013) y actualmente el poeta Alessio Brandolini traduce El ojo de Celan. En marzo, en librerías y ferias "La muertita o la novela que publica la editorial La mariposa y la iguana. Tiene publicados cuentos en literatura infantil y pertenece al Club Argentino de Kamishibai. Su cuento "No camines en el barro" ha sido llevado a la ópera por el compositor Cristian Varela. Ha formado parte de El plan de lectura de la profesora Hebe Clementi y de los talleres de arte de la Biblioteca Nacional.